DISPARA, YO YA ESTOY MUERTO

Sinopsis

Marian Miller, cooperante de una ONG,
debe realizar un informe sobre los asentamientos
ilegales de los judíos en territorio
palestino. Para ello pretende recoger las versiones de
ambos lados, una decisión que la llevará a citarse en
Jerusalén con Ezequiel Zucker, un anciano que tiene,
como tantas personas, muchas cosas que contar e, incluso,
algún secreto que ocultar... Así, como si se tratara
de un enorme puzzle en el que encajar muchas y
complejas piezas, el viejo Ezequiel le irá relatando la
historia de su familia, mientras ella le ofrecerá la versión
árabe.
A finales del siglo xix, los Zucker, expulsados de su
país durante la última etapa zarista por su condición
de judíos, viven en carne propia lo que supone el horror
y la sinrazón. Embarcados en dirección a la Tierra
Prometida, los Zucker compran las tierras de los Ziad,
una familia árabe encabezada por Ahmed. Entre éste y
Samuel Zucker se crea un fuerte vínculo, una amistad
que por encima de las diferencias religiosas y políticas,
se perpetuará generación tras generación.
Con las amenazas, las traiciones desatadas y la sed de
venganza como telón de fondo, la vida de los Zucker y
los Zaid conforma una historia llena de historias, una
gran novela que esconde dentro muchas novelas, que
ofrece un friso histórico que arranca a finales del siglo
xix y llega hasta 1948. Un mosaico de traiciones y venganzas,
de amores posibles e imposibles y de la gran
aventura que supone vivir y convivir en un territorio
marcado por la intolerancia y la sinrazón. Intensa y conmovedora
crónica de una saga familiar, Dispara, yo ya
estoy muerto no sólo es la mejor y más ambiciosa novela
de Julia Navarro sino que es, sobre todo, una novela de
unas personas con nombres y apellidos, que son responsables
de su propio destino y que perseguirán sus sueños
y lucharán por ellos.